La selección de plantas madres orientada a la producción de clones de calidad es una búsqueda que requiere algo de dinero, tiempo y paciencia, pero que se ve recompensada con una producción continua de clones 100% hembra de primera calidad y de buena hierba.
El sistema es sencillo aunque dependiendo de la variedad elegida, índica o sativa, del número de semillas que pensemos germinar y el precio de estas, nuestra inversión puede dispararse un poco. Por este motivo, cuando muchos cultivadores hacen los cálculos correspondientes tanto del gasto (se necesitan dos cuartos de cultivo, uno para crecimiento y otro para la floración, semillas, luz, tierra, abonos, material para hacer esquejes...) como del tiempo que les puede llevar hacer una selección (entre cuatro y cinco meses de media sí el proceso parte desde semilla), muchos optan por comprar un lote de buenos esquejes para seleccionar los mejores y hacerse así una madre decente, pues como hemos dicho antes, también se pueden obtener plantas madre a partir de esquejes de calidad (aunque estos sean esquejes de otros esquejes). Os aconsejamos encarecidamente que antes de hacer esto pidáis permiso a la persona "propietaria" de esa genética (a la que se los compráis o pedís), sobre todo si es un conocido. Pues para muchos cultivadores, sus "niñas" son sagradas y puede que no vean estas prácticas con buenos ojos.
Una buena solución para evitar que os "roben" una genética seleccionada es pasar o regalar siempre los esquejes o clones cuando estos ya han empezando a florar (aunque tengamos que forzar un poco el fotoperiodo) y muestren algún pistilo. De este modo será necesario el reflorarlos para inducirlos de nuevo al crecimiento y perderán gran parte de su vigor y su productividad quedando a salvo nuestra valiosa genética.
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