Para que las bacterias crezcan adecuadamente en un medio de
cultivo artificial debe reunir una serie de condiciones como son: temperatura,
grado de humedad y presión de oxígeno adecuadas, así como un grado correcto de
acidez o alcalinidad. Un medio de cultivo debe contener los nutrientes y
factores de crecimiento necesarios y debe estar exento de todo microorganismo
contaminante.
La mayoría de las bacterias patógenas requieren nutrientes
complejos similares en composición a los líquidos orgánicos del cuerpo humano.
Por eso, la base de muchos medios de cultivo es una infusión de extractos de
carne y Peptona a la que se añadirán otros ingredientes.
La Gelatina es otro agente solidificante pero se emplea
mucho menos ya que bastantes bacterias provocan su licuación.
En los diferentes medios de cultivo se encuentran numerosos
materiales de enriquecimiento como hidratos de carbono, suero, sangre completa,
bilis, etc. Los hidratos de Carbono se adicionan por dos motivos fundamentales:
para incrementar el valor nutritivo del medio y para detectar reacciones de
fermentación de los microorganismos que ayuden a identificarlos. El suero y la
sangre completa se añaden para promover el crecimiento de los microorganismos
menos resistentes.
También se añaden colorantes que actúan como indicadores
para detectar, por ejemplo, la formación de ácido o como inhibidores del
crecimiento de unas bacterias y no de otras (el Rojo Fenol se usa como indicador
ya que es rojo en pH básico y amarillo en pH ácido. La Violeta de Genciana se
usa como inhibidor ya que impide el crecimiento de la mayoria de las bacterias
Gram-positivas).
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