El cultivo de meristemas in vitro permite, en gran cantidad de
casos, el establecimiento de cultivos libres de patógenos. Una vez confirmada
la sanidad de las plantas bajo cultivo, resulta indispensable monitorear
regularmente esta condición.
Los principales problemas fitosanitarios se
deben a la presencia de patógenos cuya eliminación a través del simple uso de
compuestos antimicrobianos no resulta eficiente. Cuando se detecta la presencia
de patógenos o contaminantes en el material vegetal propagado, resulta
indispensable establecer una estrategia de saneamiento que contemple el
tratamiento más adecuado o la suma de varios tratamientos. La caracterización
preliminar del tipo de microorganismo resulta esencial para la selección
adecuada del procedimiento a seguir. En el caso de la presencia de bacterias u
hongos, deberá intentarse el aislamiento de estos microorganismos en cultivos
puros y determinar su sensibilidad a antibióticos o fungicidas siguiendo
protocolos conocidos.
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